Estuche con la pieza de mano del Crioextractor del Dr. Duch y terminales para la facoextracción “in toto” del cristalino y para la criopexia de los desgarros retinianos.
La pieza de mano iba conectada a una bala de nitrógeno y la salida del gas se accionaba con un pedal.
La crioextracción fue el relevo de la extracción con pinza y con ventosa y fue la técnica con la que varias generaciones de oftalmólogos nos adiestramos en la cirugía de la catarata.