Diferentes marcas y modelos de agujas de 5 y 6 mm. que era necesario enhebrar. Junto a ellas 2 estuches de agujas del Dr. Barraquer que venían ya enhebradas con seda de 7.0 y que eran un importante avance sobre las anteriores.
Las agujas no eran desechables. Ya se cuidaban las monjitas de que no se perdieran en el quirófano para enhebrar la sutura de nuevo y reutilizarlas. Cuando perdían la punta se podían volver a afilar. ¡Tiempos de escasez!